La incertidumbre por la lesión del arquero titular precipitó una serie de interrogantes en la dirigencia y entre los hinchas: ¿quién ocupará el arco de Boca en las próximas fechas? El desenlace no fue el que muchos imaginaban y dejó en evidencia la claridad de criterios del entrenador.
La noticia central es que, luego del desgarro que sufrió Agustín Marchesín, el técnico Miguel Ángel Russo optó por mantener a Sergio Romero al margen de la consideración para la titularidad y, salvo sorpresa mayúscula, tampoco lo tendrá en el banco para el próximo partido ante Rosario Central. En su lugar, el juvenil Leandro Brey aparece como el remplazo natural y Javier García sería el arquero suplente en el Gigante de Arroyito. La definición marca una continuidad en la postura del cuerpo técnico: Romero sigue relegado a un rol secundario a pesar de la baja del guardameta titular.
Repercusiones en el plantel y el futuro inmediato
La decisión de Russo no sólo responde a cuestiones futbolísticas, sino también a un análisis sobre la convivencia del arquero con el entorno y su rendimiento en los entrenamientos. Desde la temporada pasada hubo un quiebre en la relación entre Romero y parte de la hinchada tras un episodio con plateístas en el Superclásico de 2024, y su continuidad como alternativa nunca terminó de afianzarse. Aunque el entrenador lo convocó en otras ocasiones como reconocimiento por su actitud y compromiso grupal, la realidad es que hoy por hoy no figura como opción para defender el arco en los compromisos oficiales.
Implicancias deportivas y de gestión
Con Marchesín fuera de acción por unas semanas, la confianza en Leandro Brey se vuelve clave: el joven viene siendo la apuesta del club como alternativa y su presencia en la titularidad implicará ajustar el armado del banco y la logística de convocatorias. La elección de Javier García como suplente muestra además que Russo prefiere guardar a Romero como un recurso del plantel pero no como voz activa en la disputa por la portería, decisión que complica el panorama contractual del veterano, cuyo vínculo culmina en diciembre de 2025.
Escenario para Boca y próximos pasos
Mientras la dirigencia y el departamento médico afinan los plazos de recuperación de Marchesín, el cuerpo técnico enfocará la preparación en torno a Brey y a la seguridad defensiva colectiva. La resolución adoptada por Russo expone una línea de trabajo basada en la disciplina interna y la coherencia con sus elecciones, aunque también abre la puerta a decisiones de mercado si el panorama se prolonga. Para Romero, la situación parece encaminada hacia una salida o una reubicación en diciembre, salvo que una sucesión de imponderables lo vuelva a colocar en el centro de la escena. En lo inmediato, Boca deberá sacar adelante los compromisos con alternativas que, por ahora, cuentan con la confianza del entrenador.

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