Kylian Mbappé atraviesa un nuevo capítulo en su carrera tras su llegada al Real Madrid y, en medio de ese presente, eligió abrir su costado más íntimo. En una extensa charla con L’Équipe, el delantero francés repasó sus diez años como profesional y dejó frases contundentes sobre la presión, el dinero, las relaciones personales y hasta los momentos en los que el fútbol lo hizo llorar.
El capitán de la selección francesa no dudó en describir la exigencia de estar siempre en la cima: “¿Tiene Kylian Mbappé derecho a fracasar? No. Pero por eso también te valoran. Porque aceptás todo, sos resiliente y siempre querés ganar. Nunca quise aceptar el fracaso, así que no me molesta que me critiquen”.
También se mostró muy exigente consigo mismo: “Soy más exigente que la mayoría, pero lo tomo con calma”. Sin embargo, dejó en claro que esa misma presión puede desgastar: “Si no tuviera esta pasión, el mundo del fútbol me habría asqueado hace mucho tiempo”.
Otro de los temas que abordó fue el dinero y sus consecuencias. Mbappé fue tajante: “Sí, puede destruirlo todo. Cuanto más dinero tenés, más problemas aparecen. Hay gente que no entiende que tu vida cambia, que ya no sos el mismo, porque tenés responsabilidades y compromisos”.
En cuanto a sus vínculos, el francés confesó que mantener relaciones en este contexto no es sencillo: “Si alguien te acompaña en el camino, es una historia hermosa. Pero a veces no funciona, y hay que saber decirlo. Eso no significa que el vínculo se rompa, sino que esa relación ya no funciona. Es más difícil decirlo que hacerlo”.
Incluso rechazó la idea de vivir como un “rey”: “Nunca lo fui. Gané mucho dinero, pero nunca me sentí así. Mi familia me dice más veces que no que que sí, y eso es necesario”.
Finalmente, habló de sus emociones más profundas y recordó las veces que el fútbol lo llevó al límite: “Solo lloro cuando estoy lesionado. La última vez que casi lloré fue cuando el PSG perdió contra el Manchester City en 2021. No jugué y sentía que no servía para nada. Estaba en el banco como un espectador VIP”.
Con estas declaraciones, Mbappé dejó en evidencia la otra cara del deporte más popular del mundo: la exigencia extrema, la soledad y la presión que conviven detrás del espectáculo que millones disfrutan desde la tribuna o la televisión.

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